Las autoridades han catalogado la muerte de Michael Jackson como homicidio y por fin han revelado que murió por exceso de propofol, una droga que su doctor, Conrad Murray, le venía inyectando cada noche por 6 semanas porque Jackson sufría de insomnio.
Dr. Murray es ahora acusado de homicidio (asesinato sin alevosia, o sea, sin motivos miserables - como una recompensa).
Lo interesante del caso es que Dr. Murray nunca compró la droga que le administraba al rey del pop usando su licencia médica. O sea, que él sabía que le estaba administrando dosis excecivas.
El día de la muerte de Jackson, el doctor le había administrado un cocktel del drogas para que durmiera, pero como no le hacían efecto, el cantante le exigió propofol. Luego de aministrarle el propofol mezclado con el anéstesico dental Lidocaine, Dr. Murray observó a Jackson dormir por 10 minutos y luego fue al baño. Al regresar, Michael Jackson no respiraba. El doctor trató de revivirlo inyectándole una sobre dosis de una droga llamada Anexate para revertir el efecto del propofol, pero Jackson no reaccionó.
3 Comentarios::
Es muy difícil aceptar que las medicinas, en este caso el propofol nos están ganando el control de nuestro cuerpo, por ello debemos mantenernos con mucho cuidado y realizar el adecuado tratamiento. Leí en findrxonline que ciertamente son muy adictivas y siempre debemos estar alerta a cualquier eventualidad.
es la cultura norteamericana de drogarnos por todo. las pastillas todo lo curan no?
Pobre MJ. QDEP
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